Con esta curiosa rosa inauguro el blog de Flor de otoño. Siempre me han parecido asombrosos los avances de la ciencia. Esta vez no me han defraudado.
El tema de la modificación genética en plantas y flores puede ser bastante amplio. Seguramente postearé más adelante una nota sobre el tema. En resumen, la modificación genética en cualquier ser vivo, ya sean humanos, animales o especies vegetales, altera las características de éstos. Por ejemplo, se puede alterar genéticamente a un mango para que su estado de maduración sea más prolongado.
Así, un genetista puede decidir el aspecto físico de una flor. Para ello transfiere los genes deseados de una especie a otra. Esta última toma los genes de la primera especie para convertirse en un especímen totalmente nuevo. De esta manera pueden crearse una multitud de nuevas flores con características físicas irreales.
La flor arcoiris originalmente tiene 7 colores, sin embargo hay variantes tropicales con combinaciones de colores rojo, rosa y amarillo. Existe la llamada arcoiris océano con colores verde y azul. El único colo imposible de integrarle es el blanco.
Se han hecho muchas investigaciones para encontrar la manera óptima de cultivar la flor. La llamada rosa de Venezuela, es la única que absorbe todos los siete colores perfectamente. Crece en Holanda, Colmbia y Ecuador. Su floración puede alcanzar los 6 cm de diámetro y su tallo mide de 40 a 60 cm. Sin embargo, esta rosa no cuenta con fragancia.
No puedo admitir que me encanta la rosa arcoiris. ¡Hay flores para todos los gustos! Sin embargo, es interesante lo que la ciencia hoy en día puede hacer.
¿Tú que opinas acerca de la modificación genética? ¿Estás de acuerdo?
Raquel P.
Fotografía obtenida de: http://energiapositiva.abc.es/