Cocinar con flores no es algo novedoso ni extravagante. Por ejemplo, el brócoli y la coliflor son verduras muy comunes en la dieta mexicana y ¡son flores!
El empleo culinario de la flor aporta sabor, aroma y atractivo visual a platillos, vinos, licores y tés y brinda matices de frescura y sabores inusuales que sorprenden al paladar del comensal y estimulan sus sentidos. Son innumerables las flores que se utilizan en la gastronomía, pétalos de rosas, jazmín, crisantemos, violetas, lavanda, caléndula, magnolia, malva, mejorana, la flor de la calabaza por nombrar algunas.
En esta ocasión les quiero platicar sobre la alcachofa y contarles la historia de la primera vez que la vi.
Era también mi primera visita al mercado de Jamaica, el mercado de flores de la ciudad de México. Estaba impresionada con la cantidad de flores, colores, olores y personas. Todo me llamaba la atención y quería comprar cada ejemplar que veía y llevármelo a mi casa. Pasaban los “diablitos” por todos lados y tenía que ir esquivándolos para no estrellarme con alguno. De repente, entre tanto alboroto, gente y ruido, algo llamó mi atención.
Una flor. Era grande y un grueso tallo sostenía su cuerpo. Pétalos color violeta afloraban de sus hojas verdes, carnosas y envolventes. Quedé sorprendida. Nunca había visto algo parecido. Me acerqué y la miré con más detenimiento. Fue entonces cuando noté algo parecido con… claro, ¡con una alcachofa!
Desde entonces he querido escribir en el blog sobre la alcachofa. Cierto, es un alimento con innumerables beneficios, pero también una flor muy recurrida en la floristería. Si se utiliza incorrectamente se corre el riesgo de volver un arreglo tosco y pesado, pero si se emplea de manera adecuada puede ser un toque muy original en la composición. Su nombre científico es Cynara cardunculus.
Si algún día tienes la oportunidad de visitar el mercado de Jamaica busca esta flor, seguro quedarás tan sorprendido como yo. Nunca más volverás a ver con los mismos ojos a esta verdura que a menudo encontramos en nuestro plato.
Ya me dio hambre. ¡A comer una ensalada de alcachofas! Ñam ñam.
Raquel P.